Que hago si mis padres se separan

Mis padres se separan, ¿qué hago? | Clínica Valdivia

La separación de los padres es una situación que tiene importantes consecuencias para los hijos. De hecho, se enfrentarán a momentos de tristeza, confusión, ira e incluso culpa. El cambio en la dinámica familiar puede implicar mudanzas, nuevas rutinas y menos tiempo con uno de los padres. Desde Clínicas Valdivia te ayudamos si te ves en la situación de que mis padres se separan.

En todo proceso de separación, es muy importante que los adultos puedan gestionar la transición de la forma más adecuada. Hay que trabajar la sensibilidad y la empatía, brindando el máximo apoyo emocional y una comunicación abierta. A largo plazo, algunos niños se adaptan bien, mientras que otros presentan más problemas y la necesidad de ayuda profesional.

Mis padres me han comunicado que se van a divorciar, ¿qué debo hacer?

Enfrentarse a la noticia de que mis padres se separan es difícil. Lo habitual es que los niños sientan un cúmulo de sensaciones: tristeza, confusión, rabia, etc. No obstante, es muy importante que puedas comunicar siempre tus sentimientos. Te recomendamos que hables y expreses cómo te sientes a tus padres, familiares, amigos o a algún profesional.

Como puedo superar si mis padres se separan

Por otro lado, no debes sentirte nunca culpable. Un divorcio es una decisión de los adultos y no es consecuencia de tus acciones. Tras esto, pregunta e infórmate bien sobre los cambios que vendrán y cómo te afectarán. En la medida de lo posible, busca apoyo o consejo de personas que hayan pasado por esa misma situación.

Asimismo, continúa con tus actividades diarias para disfrutar de una mayor sensación de normalidad. El tiempo es uno de los aliados que ayuda a sanar y adaptarse a las nuevas circunstancias.

¿Cómo puedo superar el divorcio de mis padres?

Es cierto que cada experiencia es única en los casos de que mis padres se separan. Sin embargo, en todas las situaciones de divorcio es esencial que sientas todas las emociones sin juzgarte en ningún momento. Recuerda que es natural sentir tristeza, confusión o ira. Debes comunicar siempre tus sentimientos con personas cercanas o con profesionales de la salud mental.

Estoy triste porque mis madres se separan

Ten siempre en cuenta que, a pesar de que se hayan separado, tus padres son personas que te quieren y te respetan. No dejes de lado tus rutinas habituales para no perder la estabilidad. Con el paso del tiempo y el apoyo profesional necesario, irás encontrando un nuevo equilibrio en tu vida.

Estoy triste porque mis padres se han divorciado, ¿qué puedo hacer?

En Clínica Valdivia te brindamos todo el apoyo profesional que necesitas si mis padres se separan. Nuestros profesionales te ayudarán a entender y sobrellevar mejor la situación en la que te encuentras. En una primera fase, lo que tratamos de hacer, precisamente, es mostrarte cómo debes actuar y afrontar la nueva situación que se te presenta.

Junto a nuestra ayuda, debes acercarte también a tus seres queridos para compartir tus emociones y sentimientos. Un divorcio es un paso que, de no tratarse adecuadamente, puede ser muy contraproducente para los niños. Pide cita en nuestro centro y te brindaremos un ambiente comprensivo, afectuoso y alegre para que puedas expresar todo lo que sientes.

Que puedo hacer si mi hijo no me hace caso

Mi hijo no me hace caso, ¿qué puedo hacer? | Clínica Valdivia

El mal comportamiento y la falta de obediencia de los niños hacia sus padres son dos aspectos con los que nos encontramos con bastante frecuencia en Clínica Valdivia. Un problema que suele tener efectos negativos en el desarrollo emocional, social y académico de los menores. Pero, ¿qué puedo hacer si mi hijo no me hace caso?

Cuando los niños no obedecen, se genera un ambiente de falta de disciplina y respeto. La falta de obediencia puede crear tensiones en las relaciones familiares, hasta el punto de debilitar la comunicación y el apoyo mutuo. Fomentar la obediencia responsable es, por tanto, fundamental para un desarrollo sano y armonioso de la familia.

¿Por qué tu hijo no te hace caso?

Vamos a estudiar, a continuación, algunas de las razones más frecuentes por las que los hijos pueden no hacer caso a sus padres.

Por que mi hijo no me hace caso

No tener autoridad

Si mi hijo no me hace caso, una de las razones puede estar en la falta de autoridad de los padres. Si estos no establecen unos límites claros o no aplican una serie de consecuencias, los niños se sentirán libres de hacer lo que deseen.

La coherencia familiar es también esencial. Si uno de los padres es indulgente, pero el otro es muy estricto, los hijos pueden confundirse. La autoridad se construye mediante el respeto, la comunicación abierta y el establecimiento de una serie de reglas.

Dar órdenes confusas

A su vez, si las instrucciones de los padres no son claras, los hijos se sentirán perdidos y, en muchas ocasiones, frustrados. Los padres deben apostar por la comunicación efectiva. Será necesario usar palabras sencillas y directas para evitar confusiones.

Además, tal y como comentamos antes, es esencial que los padres mantengan una postura coherente y equilibrada en la toma de decisiones.

Que puedo poner en practica si mi hijo no me hace caso

No tener en cuenta la etapa evolutiva del menor

Los niños y adolescentes experimentan constantes cambios emocionales y cognitivos que influyen en su comportamiento. Los padres no deben ignorar estos aspectos, ya que puede llevar a una comunicación ineficaz y a malentendidos.

Así pues, si mi hijo no me hace caso, tal vez no sea en exclusiva una falta de obediencia. Será necesario comprender y adaptarse a las necesidades de los hijos y a su desarrollo evolutivo.

No prestarle suficiente tiempo

En muchas ocasiones, los hijos no hacen caso a sus padres debido a la falta de tiempo y la atención que se les presta. Las tareas y responsabilidades diarias hacen que muchos padres descuiden la comunicación y la educación de sus hijos.

La falta de conexión puede llevar a los hijos a buscar atención y comprensión en otros lugares y otras personas. Así pues, es muy importante que le dediques tiempo de calidad a tus hijos.

¿Qué hacer para que tu hijo te obedezca?

Si mi hijo no me hace caso, es necesario poner en práctica una serie de medidas. Estas que te proponemos suelen ser también las más habituales.

Mi hijo no me hace caso

Establecer límites

Los límites y reglas son fundamentales para crear un ambiente seguro y bien estructurado. Los niños así pueden comprender las consecuencias de sus actos. Los límites también les enseñan autodisciplina y responsabilidad.

En todo momento, es esencial que los padres mantengan la coherencia y el respeto a la hora de aplicar y respetar los límites. Solo de esta manera se fomenta la confianza y se fortalece la relación entre padres e hijos.

Evitar ser autoritario

El exceso de autoritarismo puede provocar que la relación entre padres e hijos no sea la más buena. Ser demasiado autoritario puede generar miedo y rebeldía en los pequeños, hasta el punto de afectar a su comportamiento.

En su lugar, es muy importante que se equilibre la firmeza y la autoridad con la comprensión y el diálogo. Escuchar las opiniones de los niños y establecer límites razonables pueden ayudar bastante.

Mi hijo no me hace caso, que puedo hacer

Hablar y escuchar

Si mi hijo no me hace caso, es importante que los padres establezcan una relación de comunicación basada en escuchar y hablar. Los padres que saben expresar de forma clara y respetuosa crean un ambiente de comprensión y confianza mutua.

Pero, al mismo tiempo, los hijos deben también poder expresar sus sentimientos y emociones. Escuchar a los hijos de forma comprensiva fortalece el vínculo familiar.

Contacta con Clínica Valdivia

En caso de tener problemas de comportamiento o falta de obediencia en casa, puedes ponerte en contacto con Clínica Valdivia. Somos especialistas en la atención psicológica de niños y adolescentes en A Coruña. Tratamos todos los problemas de aprendizaje y conducta en los más pequeños.

Nos encargamos de evaluar e identificar los problemas del niño. De esta manera, podemos elegir la estrategia más apropiada para su tratamiento. Las estrategias de intervención conductuales y cognitivo conductuales que aplicamos son las más eficaces en estos casos.