Familia y Pareja

Evaluación, intervención y orientación psicológica. Programas de tratamiento individualizados.

La terapia familiar y de pareja son un espacio seguro en el que abordar temas delicados, aliviar el malestar, facilitar la comunicación y fomentar cambios en las relaciones. El terapeuta proporciona orientación, soporte y estrategias para resolver los conflictos, para desarrollar una comunicación más efectiva, para adaptarse a los cambios vitales, para llegar a acuerdos sobre la educación de los hijos …; en definitiva, para que el hogar sea ese espacio acogedor, tranquilo y comprensivo que nos proporciona estabilidad y felicidad.

Terapia Familiar

Las familias pueden necesitar ayuda y orientación para superar las dificultades que van surgiendo a lo largo de la vida. Son momentos complicados los que implican la adaptación a un cambio, como la llegada de los hijos, su educación, adolescencia e independencia.

En la terapia familiar se estimula el desarrollo de las competencias de toda la familia y de cada uno de sus miembros parar resolver los conflictos que van surgiendo en las diferentes etapas, como el reparto de las tareas del hogar y el cuidado de los niños, el desacuerdo en las pautas educativas, la falta de comunicación efectiva y las dudas sobre el manejo de los problemas de los hijos (estudios, amistades, salidas, consumo de sustancias, relaciones amorosas…).

La terapia familiar ayuda a superar el sufrimiento que generan estas situaciones y se fomentan los cambios necesarios para crear un ambiente estable, relajado y afectuoso que genere bienestar y estabilidad emocional para padres e hijos.

Terapia de Pareja

Una relación de pareja sana es fundamental para el bienestar psicológico de la persona. Los celos, la infidelidad, el dinero, la sexualidad, la rutina, la falta de comunicación o las relaciones con la familia política pueden desestabilizar la relación y generar sufrimiento. Si crees que existe algún problema en tu relación explícale a tu pareja por qué sientes que tienes que venir a terapia, pídele que te acompañe, y si no le convences, no te preocupes; recuerda que, aunque vengas tú solo, conseguirás un efecto beneficioso en ti que repercutirá en tu relación.